miércoles, 30 de septiembre de 2015

ARQUITECTURA INCAICA (USHNU)

EL Ushnu era una pirámide rectangular formada por cinco plataformas, accediéndose a la parte más alta por una escalinata, toda construido en piedra. En la cima existía un sillón doble labrado en piedra, que según la tradición local estaba cubierto con láminas de oro y era el lugar donde se sentaban el Inca y la Coya (su esposa) para impartir justicia y presidir las ceremonias y rituales que se desarrollaban en la plaza. En los Ushnu mas periféricos , eran bastante mas precarios, pero seguían preceptos arqueoastronómicos bastante rígidos.Cabe resaltar las referencias de ciertos documentos etnohistóricos que indican que estaban construidos en plazas y dentro de la red vial Inka, mencionando también las ofrendas de chicha en ceremonias, como el Capac Hucha.[2] Pero sobre todo que se trata de lugares de sacrificio y libación.[3]
Las referencias sobre las características físicas de los ushnus en el imperio Inka han sido descritas en las investigaciones de Zuidema,[4] Hyslop[5] y Raffino et al.[6] Y particularmente en la zona central del Chinchaysuyu, en Huanuco Pampa por Shea,[7] Morris y Thompson;[8] en Taparaku por Serrudo;[9] en Pumpu y Chakamarca por Matos[10] [11] [12] y Matos et al. en 1996.+[13]
El Ushnu es una construcción en forma de pirámide que usaba el Inca para presidir las ceremonias más importantes del Tawantinsuyu[1]





























EL QUIPU

El quipu (en quechua: khipu, ‘nudo’)? fue un sistema mnemotécnico mediante cuerdas de lana o algodón y nudos de uno o varios colores desarrollado por las civilizaciones andinas. Si bien se sabe que fue usado como un sistema de contabilidad por los quipucamayoc (khipu kamayuq), administradores del Imperio inca, ciertos autores han propuesto que podría haber sido usado también como una forma de escritura, hipótesis sostenida entre otros por el ingeniero William Burns Glynn.
Se han hallado quipus desde la Huaca de la Universidad de San Marcos, hasta Cerro del Oro, correspondiendo estos a la cultura Wari. En la actualidad se conservan en museos alrededor de 750 quipus.





El quipu más antiguo encontrado hasta ahora fue hallado en el año 2005, entre los restos de la ciudad de Caral y data aproximadamente del año 2500 a. C.,[8] lo hace evidente que el uso del quipu tiene una gran antigüedad. Se sabe además que fueron ampliamente usados por los Huari, ochocientos años antes que los incas. Los quipus huari no tenían nudos, sino cuerdas de colores diferentes colgando de la principal en diferentes puntos.[9]
Fueron utilizados por el Imperio inca para registrar la población de cada uno de los grupos étnicos que entregaban su fuerza de trabajo a través de la mita y de la producción almacenada en las colcas (qullqa) para lo cual todo depósito tenía su khipukamayuq residente.
El cronista Pedro Cieza de León señala que en cada capital de provincia había un khipukamayuq encargado de todas las cuentas, incluso las relativas a los textiles. De acuerdo con la importancia del depósito algunos de estos contadores pudieron haber pertenecido al linaje del inca.

Después de la conquista española, el uso de los quipus fue inicialmente incentivado, tanto por la administración colonial como por la iglesia. El virrey Francisco de Toledo, incorporó entre 1570 y 1581 el quipu al sistema administrativo del Virreinato. Eran frecuentemente utilizados en el culto católico para memorizar las oraciones y para recordar los pecados en la confesión, hasta que en 1583 el III Concilio de Lima prohibió su uso. A pesar de esta prohibición las comunidades continuaron usando quipus. En 1622 el párroco de Andahuaylillas, Juan Pérez Bocanegra escribió un texto sobre el quipu confesional en su Ritual formulario, que describe cómo los indígenas iban a confesarse con quipus que registraban sus pecados. Los quipus fueron usados por lo menos hasta 150 años después de la Conquista y las pruebas de carbono 14 han revelado que la mayoría de los quipus que se conservan datan de la época colonial.[10] [11]
En la actualidad, se sigue investigando el significado de los cerca de 700 quipus sobrevivientes, incluyendo los encontrados durante el siglo XX en tumbas de toda naturaleza, lo que sirve para ampliar los conocimientos sobre el antiguo Perú.
Gary Urton encontró un documento que registra los tributos que pagaban los habitantes de una comunidad del valle del Santa, mientras que, en el Museo Temple Radicati de la Universidad San Marcos hallaron 6 quipus de esa zona organizados en 132 reparticiones, que coinciden con los 132 nombres que aparecen en el documento. Los investigadores esperan que estos hallazgos den más luces sobre los códigos de los quipus.